Locura de Lunes

Después de un fin de semana revuelto en cuanto al tiempo por aquí hoy comenzamos semana con un sol radiante y con una nueva pasión para enseñaros: las piezas de loza de cerámica o de porcelana.  

Son cuatro cuencos diferentes y han sido los últimos en unirse a la colección, de hecho los de la primera foto ni siquiera los he estrenado.

 Por el momento los tengo en el taller para ir dejando en ellos las cositas pequeñas que siempre andan rodando por la mesa o para usarlos como papeleras ¡me da tanta pena ponerlos en la cocina y que se puedan estropear!

¿Qué os parece mi vajilla favorita? Fue el regalo de boda que me hizo mi madrina y estuve persiguiéndola (a la vajilla claro, no a mi tía, jeje) durante más de un año. Era bastante cara así que cada semana me acercaba a la tienda y miraba a ver si estaba rebajada hasta que al final lo conseguí. Mi idea es combinar los platos ¿cómo os gusta más?

¡Es que cómo no me va a gustar, con esa casita en el plato de postre! ¿Y las gallinitas, no son ideales? De hecho todo el mundo la llamaba la vajilla de la gallina jeje.

Esta es la pieza más especial de todas las que tengo. En este cuenco me tomaba las papillas cuando era pequeña y, claro, con la ilusión de ver a la muñeca en el fondo quedaba bien limpio.

Y para despedirme os dejo con esta tetera y la tacita a juego compradas en un mercadillo, es genial poder darle un nuevo uso a las cosas que otras personas ya no quieren.

¡¡Nos vemos!!